miércoles, 31 de marzo de 2010

Salimos

Al fin nos fuimos, el 24 a la mañana bien temprano empezamos cargando la camioneta. Primero salimos de la casa de mis padres, saludos, fotos y sobrecarga de víveres (torta, alfajores y demás indispensables). Luego pasamos por la casa de los padres de Agu y más carga de víveres. Cuando ya estábamos saliendo una llamada nos alertó: -Acá hay unas camperas, no son de ustedes?- Efectivamente vuelta a buscarlas y ahora sí, a llenar el tanque y a la ruta. Si nos olvidamos de algo más hasta ahora no se notó.

Las dos primeras noches la pasamos en un camping en Mar del Plata y de ahí nos fuimos a otro llamado "La Serranita" al lado de Difuntos una zona de escalada muy linda, ahí nos quedamos unos cuatro días y aprovechamos para ordenar la camioneta donde increíblemente entro todo y casi que sobra lugar (Marina aún hay lugar !!!), y para escalar un poco, las paredes están buenas eso si ojo con las víboras, justo me di cuenta que había una en unas piedras del camino por el ruido de cascabel que hacia cuando nos acercamos, muy linda pero cada uno siguió su camino; el mal tiempo nos hizo partir y ahora estamos en Tres Arroyos.

Como casi no hay gente en los campings todos los perros se nos amigan y tenemos nuestra propia jauría, acá va una muestra de "Los hermanos macana" que todo lo mordían y rompían a su paso y de su padre resignado que se tiene que poner con el costo de una lámpara.

Como verán estamos comiendo (y tomando) muy bien; la heladera 10 puntos, enfría más que la de un súper chino y argentino también, además de mantener lo que queda de comida (todo se recicla) nos podemos dar un gustito como yogurth o algún postrecito. Ademas de “cosechar” choclo a la vera de la ruta yo fui la autora material pero les juro que Agu fue el autor intelectual.


domingo, 14 de marzo de 2010

Despedidas

El sábado 20 y el domingo 28 de febrero hicimos las despedidas con familia y amigos respectivamente. También hubo mini despedidas en los trabajos de Pao y mío.

En la oficina de Pao le colgaron carteles de Buen Viaje y guirnaldas, fotos, besos, saludos y los mejores deseos de todos, la última orden de trabajo con paseo por los 100 barrios porteños incluido, mucha emoción y alguna que otra lagrima. En mi laburo fue más sobrio pero comimos de lo lindo en Broccolino.


En la despedida con la flia. se comió y tomó a piacere. Se notó que estaban todos a gusto porque se quedaron hasta tarde y casi, casi que no quedó comida. Recibimos de todo: cariños, consejos y plata que de más esta decir, nos viene bárbaro.

Viajeros más experimentados (y ojo que dije más experimentados y no más viejos) nos relataron hazañas de sus años mozos. Alfre y Domi que se compraron un auto y recorrieron Europa durante un año, Guillo que se fue por Africa con sus amigos como viaje de graduación y otros que hicieron numerosos viajes pero por períodos más cortos.

La segunda despedida con amigos fue más numerosa. Si bien iba entrando y saliendo gente se llegaron a contar unas 60 personas. Se hicieron choripanes y para los paladares más exigentes sándwiches de bondiola y pechito de cerdo.

El clima puso su parte y se los vio a todos muy relajados tirados en el pasto, en grupitos o al lado de la parrilla. Los niños corretearon a sus anchas y mi madre no dejó pasar la oportunidad de recordarme que quería nietos. Tal vez mi hermana pueda ser más complaciente al respecto porque por este lado tendrá que esperar.



En estas últimas semanas estuvimos luchado por arreglar el embrague de la camioneta que pensamos que zafaría como estaba para el viaje pero finalmente decidimos que no. Primero fue el turno de visitar mecánicos. Cuatro servicios oficiales de Mercedes discurrían en la causa de la trepidación en el arranque de la camioneta en primera y marcha atrás. Que son las bancadas, que se filtra aceite del cárter que las crucetas están flojas, que puede ser la caja de velocidades, que patatín que patatán, parecía un milagro que se mantenga en pie. Se ve que esto es una ciencia esotérica que mi limitado conocimiento de ingeniero no llega a cubrir. Finalmente lo fuimos a ver a Félix (gracias por la recomendación Rubén) que nos pareció honesto en su diagnóstico. Ya teníamos el mecánico y yo dije: el repuesto es una pavada conseguirlo. Iluso de mí. Los precios variaban desde $3000 a $1000 y lo más desesperante es que eran de concesionarios oficiales Mercedes y no de repuesteros de Warnes. Aquí había gato encerrado, a ver si liberamos al michifúz. Dicho y hecho, el de $1000 (Fangio Barracas) me ofrece la caja del rulemán abierta, según el vendedor venía así de Alemania. Caja de la placa de embrague cerrada con cinta de embalar transparente y caja de placa con solo un pedacito de la etiqueta original. Al final compramos uno alternativo pero de calidad y listo el pollo.

Hoy ya todo instalado parece que anda bien, haremos un mini viaje de prueba antes de salir. No los aburro más. En otra oportunidad les contaré el resto de las desventuras mecánicas previas.


Queremos agradecer a todos el apoyo recibido.

Chau, chau.


PD: Recuerden que para ver más fotos pueden clickear en el botón de FOTOS del blog o en el link directo:

http://picasaweb.google.com/fotosmilamericas/Despedidas#

miércoles, 3 de marzo de 2010

Todavia en Buenos Aires


Todavia no salimos. Pronto publicaremos el primer artículo.